12 marzo, 2017

Meditación de la Pasión de Cristo con Santa Teresa de Jesús

Por Quinto  año consecutivo salió a las calles de  Ávila las “Meditaciones de la Pasión de Cristo con santa Teresa de Jesús”.
 
Una procesión que conmemora el encuentro de la Santa con el “Cristo muy llagado” en la cuaresma de 1554 en el monasterio de la Encarnación.

A las Seis de la tarde el Cristo atado a la Columna y Santa Teresa, y custodiado en el Museo de Santa Teresa, salió  de la Iglesia de La Santa de los Carmelitas descalzos de Ávila para recorrer cinco momentos de la Pasión de Cristo por el recorrido que discurrió por las calles del centro de Avila.
 Enuna tarde con buena temperatura y bastante publico se fueron realizando las cinco lecturas y una introducion en la iglesia de la Santa :
 
 
 
De las Cuentas de Conciencia de Santa Teresa de Jesús:
Esta monja ha cuarenta años que tomó el hábito, y desde el primero comenzó a pensar

en la pasión de nuestro Señor por los misterios algunos ratos del día, y en sus pecados”

 
 
 1ºLectura        Del libro de la Vida de Santa Teresa de Jesús
“Tenía este modo de oración, que, como no podía discurrir con el entendimiento, procuraba representar a Cristo dentro de mí; y hallábame mejor de las partes adonde le veía más solo. Parecíame a mí que estando solo y afligido, como persona necesitada, me había de admitir a mí. De estas simplicidades tenía muchas; en especial me hallaba muy bien en la oración del huerto; allí era mi acompañarle; pensaba en aquel sudor y aflicción que allí había tenido; si podía, deseaba limpiarle aquel tan penoso sudor; mas acuérdome que jamás osaba determinarme a hacerlo, como se me representaban mis pecados tan graves. Estábame allí lo más que me dejaban mis pensamientos con él, porque eran muchos los que me atormentaban. Muchos años, las más noches, antes que me durmiese (cuando para dormir me encomendaba a Dios), siempre pensaba un poco en este paso de la oración del huerto”
 


 
2ª Lectura, Plaza de Pedro Dávila                             Del Libro de la Vida de Santa Teresa de Jesús
“Pues ya andaba mi alma cansada y, aunque quería, no la dejaban descansar las ruines costumbres que tenía. Acaecióme que, entrando un día en el oratorio, vi una imagen que habían traído allí a guardar, que se había buscado para cierta fiesta que se hacía en casa. Era de Cristo muy llagado y tan devota que, en mirándola, toda me turbó de verle tal, porque representaba bien lo que pasó por nosotros. Fue tanto lo que sentí de lo mal que había agradecido aquellas llagas, que el corazón me parece se me partía, y arrojéme cabe él con grandísimo derramamiento de lágrimas, suplicándole me fortaleciese ya de una vez para no ofenderle”

3ª Lectura, Plz del Rastro                                            Del Camino de Perfección de santa Teresa de Jesús
“Si estáis con trabajos o triste, miradle camino del huerto; ¡qué aflicción tan grande llevaba en su alma!; pues con ser el mismo sufrimiento la dice y se queja de ella. O miradle atado a la columna, lleno de dolores, todas sus carnes hechas pedazos por lo mucho que os ama: tanto padecer, perseguido de unos, escupido de otros, negado de sus amigos, desamparado de ellos, sin nadie que vuelva por él, helado de frío, puesto en tanta soledad, que el uno con el otro os podéis consolar. O miradle cargado con la cruz, que aun no le dejaban hartar de huelgo. Miraros ha él con unos ojos tan hermosos y piadosos, llenos de lágrimas, y olvidará sus dolores por consolar los vuestros, sólo porque os vais vos con él a consolar y volváis la cabeza a mirarle”.


 4ª Lectura, Plaza Corral de las Campanas              
De las Meditaciones sobre los Cantares de Santa Teresa de Jesús:
Ofréceseme ahora aquí cómo nuestro buen Jesús muestra la flaqueza de su humanidad antes de los trabajos, y en el golfo de ellos tan gran fortaleza, que no sólo quejarse, mas ni en el semblante no hizo cosa por donde pareciese que padecía con flaqueza. Y, estando en la cruz, que era ya pasando la muerte, no se queja. Así que no nos quejemos de temores, ni nos desanime ver flaco nuestro natural y esfuerzo; sino procuremos de fortalecernos de humildad, y entender claramente lo poco que podemos de nosotros, y que si Dios no nos favorece, no somos nada, y desconfiar de todo punto de nuestras fuerzas, y confiar de su misericordia.




 5ª Lectura. Plaza de la Santa         Del Camino de Perfección de santa Teresa de Jesús
“Si estáis alegre, miradle resucitado; que sólo imaginar cómo salió del sepulcro os alegrará. Mas, ¡con qué claridad, y con qué hermosura, con qué majestad, qué victorioso, qué alegre! Como quien tan bien salió de la batalla adonde ha ganado un tan gran reino, que todo le quiere para vos, y a sí con él. Pues, ¿es mucho que a quien tanto os da volváis una vez los ojos a mirarle?”